DESARROLLO PERSONAL EN LA
EDAD ADULTA INTERMEDIA
Elaborado por:
Lic. Daniel Severino Arias
Licda. Carmen Glenis Liz Almonte
Ing. Maria Magaliz Marte Reyes
Es el período
de edad comprendido desde los 40 hasta los 60 años.
Desde la
temprana edad adulta hasta los años intermedios, en general suceden cambios
biológicos tan gradualmente, que con dificultad se perciben hasta que un día,
un hombre de 45 años, se da cuenta que no puede leer sin lentes , o una mujer
de 55 años admite que no es tan rápida como solía realizar sus actividades
domesticas.
La mayoría de
la gente acepta los cambios en sus capacidades reproductoras y sexuales -
menopausia y período crítico masculino- y en la disminución de la agilidad al
caminar, pero suele haber alguna angustia por la disminución del atractivo
físico.
Los cambios físicos más comunes incluyen:
Desde la temprana
edad adulta hasta los años intermedios, en general suceden cambios biológicos
tan gradualmente, que con dificultad se perciben hasta que un día, un hombre de
45 años, se da cuenta que no puede leer sin lentes , o una mujer de 55 años
admite que no es tan rápida como solía realizar sus actividades domesticas.
El
funcionamiento físico y la salud son usualmente buenos en estos años, a pesar
de que no están en el nivel máximo del de la edad adulta intermedia.
Los cambios
físicos incluyen:
· Habilidad disminuida
para bombear sangre.
· Funcionamiento
disminuido de los riñones.
· Secreción
disminuida de enzimas en el tracto gastrointestinal, que llevan a la
indigestión y al estreñimiento.
· Debilitamiento
del diafragma.
· Ensanchamiento
de la glándula prostática en el hombre lo que causa a menudo problemas de
vesícula y problemas sexuales.
Problemas de salud
Las
enfermedades más comunes de la edad intermedia son:
¨ El asma
¨ La bronquitis
¨ La diabetes
¨ Los desórdenes nerviosos y mentales
(irritación o depresión)
¨ La artritis
¨ El reumatismo
¨ Deterioros de la vista y el oído
Enfermedades de los
sistemas circulatorio, digestivo y genito-urinario.
Desarrollo Cognitivo:
(Palacios, 1999). Señala, que el desarrollo
durante la adultez y la vejez está caracterizado por procesos de cambio, pero
también con importantes elementos de continuidad. Estos elementos de cambio y de continuidad están
implicados en el desarrollo cognitivo (pensamiento pos formal, conocimiento
experto y sabiduría).
En apariencia el desarrollo cognitivo
no es uniformen en la edad adulta madura, ya que implica perdidas y ganancias en diferentes habilidades y en
diferentes épocas.
Características
Distintivas de la Cognación adulta:
(Según Fierro (1999), p.581.).
Es relativamente estable y coherente en su
comportamiento, aunque también capaz de cambio adaptativo.
Es diferente de otras personas como resultado de un
proceso de desarrollo diferenciador
generado con los años y con la experiencia, proceso que acaba por configurarle
como persona singular y única, aunque no rara o excéntrica.
Es capaz de tomar decisiones razonables relevantes
para sí mismo en condiciones de
incertidumbre.
Se adapta a las situaciones, a las circunstancias,
a la vez que actúa para adaptarse a sus propias necesidades.
Es capaz de afrontar los acontecimientos adversos
que le afectan y las situaciones complejas que se le presentan.
Sabe discernir cuándo está indefenso, a merced de
fuerzas externas, y cuándo no lo está, cuándo tiene, al menos en parte, bajo su
control las circunstancias de su vida.
Desarrolla patrones de comportamiento en curso
abierto de acción y no en ciclos repetitivos, cerrados sobre sí mismos y auto
perpetuados.
Gracias a lo cual es capaz de cuidar de sí mismo, de
gestionar su propia experiencia de vida en orden a hacerla satisfactoria al
máximo.
Desarrollo
Social en Edad Intermedia
Todos los cambios que se producen en la edad adulta nos
indican que los aspectos sociales son la clave de la madurez. Ya veíamos cómo a
nivel cognitivo el sujeto, durante esta etapa, necesita volcarse en la
sociedad, ayudar a sus hijos y poner las bases de la estructura social.
Se potencializan las relaciones familiares y, sobre todo, las
relaciones íntimas entre los esposos.
Los aspectos del desarrollo de la vida adulta intermedia son:
La Familia (paternidad-maternidad, Matrimonio, Divorcio, Relaciones con los
padres, los abuelos, el ámbito laboral y las Relaciones Sociales.
Es una etapa de la vida en la que la
socialización es básica, ya que el sujeto pasa de una existencia sin
responsabilidades a formar una Familia, con todo lo que ello supone, además de
unas exigencias de horario de trabajo debidas a su nueva actividad laboral.
Este es un cambio espectacular de obligaciones y deberes, tanto en la
planificación de su futuro, como en la estructura de una nueva vida. Todo esto
implica un giro en su estatus social y, por supuesto, en sus relaciones
sociales y comportamientos. Todos los cambios que se producen en la edad adulta
nos indican que los aspectos sociales son la clave de la madurez.
Lo que especialmente marca el cambio de vida del sujeto, no
es tanto la edad, sino la época y la sociedad en la que le ha tocado vivir. El
sujeto irá actuando en cada momento según las exigencias que determinan los
roles y estatus sobre los que va pasando. Además, cada momento socio-histórico
tiene sus normas y tareas.
Todos estos aspectos originan gran variabilidad entre los
sujetos. Por otra parte, la presión ambiental está formada por aquellos
estímulos que recibe el sujeto y ponen en movimiento su conducta. Para que el
sujeto se encuentre cómodo es necesario que equilibre sus habilidades con las
necesidades del entorno.
Algunos autores consideran que, entre la edad adulta temprana
y la media, se da un período de transición o crisis, en el cual el sujeto se
replantea su vida. Esto coincide con un pequeño declive físico, con la pérdida
de los padres, la adolescencia de los hijos, la crisis matrimonial e, incluso,
posibles cambios de trabajo. Otros autores consideran que estas crisis se
producen sólo en aquellos sujetos con inestabilidad psicológica y con
determinadas tendencias neuroticistas desde la adolescencia. La edad adulta
media es una etapa de gran producción intelectual y creativa y de
autorrealización. Durante este momento se educa a los hijos y se les prepara
para la vida adulta. El adulto se encuentra satisfecho de su vida profesional y
de su relación familiar, dado que al tener los hijos mayores, la pareja se
puede dedicar más a sí misma, a la vez que se van aceptando los cambios
fisiológicos y se incorpora la problemática de los padres ancianos con toda su
repercusión.
La persona adulta en su vida social, también se comunica con
otros grupos sociales, a conectarse con su medio, compartir triunfos; tiene
relaciones profesionales, pertenece a asociaciones culturales, deportivas,
intelectuales o religiosas. Es el momento de las grandes relaciones de amistad.
Se potencian las relaciones familiares y, sobre todo, las relaciones íntimas
entre los esposos.
Bibliografía:
Fierro, A.
(1999). El desarrollo de la personalidad en la adultez y la vejez. In J.
Palacios, A.
Marchesi & C. Coll (Eds.), Desarrollo
psicológico y educación. 1.
Psicología
evolutiva, pp.
567-589. Madrid: Alianza Editorial.
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